Este barrio está situado dentro del casco histórico de la ciudad, lo conforma el conjunto de calles articuladas en torno a la plaza de La Magdalena, lugar en el que sitúa la iglesia del mismo nombre, una auténtica joya del arte mudéjar zaragozano.

Aquí se albergaba la judería, en la zona más próxima a la actual plaza de San Miguel. Sus calles estrechas y las casas de poca altura son testimonio del uso que tenían entonces.

Al igual que ocurre con los cascos antiguos de otras numerosas ciudades, este barrio se caracteriza por su interculturalismo.

Es un barrio que gracias al esfuerzo de los vecinos y a la implantación de los movimientos asociativos, sin perder la esencia que caracteriza a estas zonas, se está transformando. Aquí te encontrarás jóvenes emprendedores que están abriendo tiendas de artesanía, de moda vintage o de decoración, muy distintas a las que te puedes encontrar en otras zonas de la ciudad.

La Magdalena es hoy un barrio dinámico, con centros sociales, sedes de múltiples asociaciones vecinales, artistas, bohemios, galeristas y pintores callejeros. Un barrio en el que los vecinos muestran sus inquietudes culturales y musicales que atraen a vecinos de otros barrios e incluso de otras poblaciones. Es muy nombrada la Semana Cultural que se celebra en el mes de junio, rutas por talleres abiertos o diversos festivales.

En él podrás visitar algunas de las más valiosas joyas del patrimonio de zaragozano: iglesias como la de San Carlos Borromeo, La Magdalena, o el único monasterio que hay en la ciudad, el Monasterio de la Resurrección.

En sus calles encontrarás restaurantes con encanto y bares de tapeo, en los que se ha hecho famoso el “Juepincho”, actividad que se lleva a cabo todos los jueves del año, en los que los bares y restaurantes que participan ofrecen bebida más una tapa por dos euros. Actividad que se ha puesto de moda y que concentra a miles de personas en las calles y locales participantes.

Sin duda alguna, La Magdalena es el barrio más alternativo y de moda en Zaragoza.

Acércate a recorrer las calles de este barrio y sentirás cómo la fuerza de los movimientos vecinales consiguen, sin perder su esencia, un barrio con la calidad de vida que todos soñamos.